domingo, 1 de junio de 2008

ESE CLAVO

Se encuentra mal.
Se encuentra mal o simplemente no se encuentra.
No se encuentra definitivamente.
Los que la conocen no la ven cuando la miran, y ella misma cuando se mira al espejo no sabe quien es.
Ella no es ella.
En estos momentos está dormida. Dormida por un veneno que no es mortal segregado por un clavo del cual nadie sabe el material.

La dolencia que le ocupa y no la deja salir de ese maldito lugar es un algo que mucha gente ha experimentado y de lo que no te puedes librar.
Era la segunda vez que dejaba todo atrás y empezaba de nuevo.
Otra vez le había salido mal.
Ahora sueña con despertar y empezar de nuevo, pero no sabe si lo conseguirá. Las otras veces fueron muy duras.
Oculta su tristeza con una sonrisa de oreja a oreja, pero le delata su cara cuando sus ojos miran para otro lado. Esa mirada ausente, que no da replica a la pregunta pertinente. Ni siquiera contesta a los ataques machistas que la rodean. Ella, que no es feminista, pero no se rinde ante el machismo. Que siempre tiene algo que decir, cuando lo requiere el momento, dejando con su elegante contestación a su rival momentáneamente boquiabierto.
No, no se puede rendir. Tampoco es volver a empezar. Tiene que seguir dándolo todo de si, y aprender a decir que no. Es algo que sigue practicando.
No, no y no.
Y no te vas a rendir porque sabes que eso no te va. Rendirse está pasado de moda, y tú, que sigues como una loca las últimas tendencias del panorama que nos rodea. Tu, que cuando no sabes algo lo preguntas para poder hablar de ello.
Si, sigue cultivándote, y que tus miedos no te frenen. Riégate de conocimientos y abónate de opiniones buenas.

Ese clavo. Nadie sabe de qué esta hecho el maldito, pero todo el mundo reconoce que está lleno de veneno.
Ese clavo no se puede quitar. Si lo extraes estas perdido. Te quedas vacío. Sientes que te falta algo. Ese algo te hace falta y lo tienes que superar.
El veneno te afecta lentamente, y sólo puedes combatirlo internamente.
Y no, no existen antídotos que poder suministrar. El antídoto es uno mismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay Isiña, evidentemente hay clavos que sólo los puede sacar uno mismo, pero la ayuda de los demás a veces no viene mal. Algunos tienen un imán que saben detectar dónde se encuentran, aunque lo cierto es que el que realmente sabe donde lo tiene clavado es al que le duele. No es bueno que se quede dentro, y que cicatrice la piel sobre el veneno, porque hay venenos que lejos de desaparecer, intentan servirse del contaminado como agente para hacer llegar más lejos sus efectos.
Una sonrisa y el cariño de los que están cerca suelen ser buenos antídotos.

Pelon Brother dijo...

Isiña, dulce gallega,
no te obceques con lo oscuro,
que el andar será mas duro
y al final ¡lo bueno llega!

Creo que tienes a esta micro-comunidad bloguera a tus pies para lo que necesites...

Por cierto, lo del veneno me ha traído a la cabeza una canción heavy ochentera bastante chula: "Poison" by Alice Cooper.
Como no tengo el mp3 te enlazo el vídeo...
"You're poiiisooooon, you're poiiisooooon running through my veiiiiiins!!
http://www.youtube.com/watch?v=-1c14Z0YUTU